¿Puedo conducir un coche sin estar en el seguro?

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¿Puedo conducir un coche sin estar en el seguro?

Son muchas las dudas acerca de las coberturas de las aseguradoras que se ocupan de cubrir a los conductores en sus experiencias cuando circulan con su vehículo, así como de su titularidad y posibilidades de brindar protección a toda la familia. Si puedo conducir un coche sin estar en el seguro es una de las dudas más frecuentes en este sentido, por lo que conviene dar una respuesta firme, precisa y segura.

Viajes largos en los que os turnáis el asiento de piloto entre diferentes personas, un familiar o amigo que te pide el coche mientras el suyo está en el taller, tu hijo o hija que se acaba de sacar el carné y quiere estrenar la L que identifica a los conductores noveles… son muchas las posibles situaciones en las que puede conducir una persona que no está contemplada en la póliza contratada para el coche en cuestión.

La respuesta a estos supuestos, en realidad, no es absoluta y siempre dependerá de diversos factores, como las características de la póliza hasta la definición de quien te pide prestado el vehículo.

¿Puedo conducir un coche sin que esté el seguro a mi nombre?

Para entender la respuesta a esta pregunta, es clave ponerse en el lugar de la empresa aseguradora, ya que es esta la que se haría cargo de cualquier percance o incidente sufrido por una persona que, en realidad, no figura como asegurada en la póliza contratada para ese vehículo.

Por ello, lo más recomendable es que todos los posibles conductores del automóvil en cuestión figure en el contrato de seguro para que no haya ningún problema en estos casos.

Antes de profundizar un poco más en el tema, es conveniente diferenciar las figuras que forman parte del escenario de los seguros de coche:

  • Tomador: se trata de la persona que contrata el seguro, figurando su nombre en la póliza y siendo esta quien se encarga del pago de las cuotas de la misma.
  • Beneficiario: en caso de siniestro, recibirá la indemnización.
  • Conductor o asegurado: hablamos de la persona, tanto principal como ocasional, a la que protege el seguro y que, en términos legales, está habilitada para circular con el automóvil en cuestión.

Ten en cuenta que, a pesar de ser diferentes figuras jurídicas a ojos de la aseguradora, todas ellas pueden converger en la misma persona… o no.

Por ello, es importante saber si, al prestar tu vehículo, esa persona estará cubierto en caso de cualquier percance..

Para entender este aspecto, las aseguradoras analizan si quien va a hacer uso del automóvil es o no un conductor de riesgo, que se considera así según la experiencia y la edad del mismo.

Aquellos conductores con poca antigüedad en posesión del carné de conducir, con, por ejemplo, más de dos años con él (algunas compañías ponen un margen aún más amplio), o los conductores jóvenes, con una edad superior, generalmente, a los 26 años (aunque el umbral puede elevarse según la política de la aseguradora) no suelen ser tipificados de riesgo.

Estos perfiles, los cuales debes verificar en tu póliza para tener claro qué es lo que pide tu compañía, suelen estar cubiertos, por lo que, en función del rango del contrato (a todo riesgo, a terceros, por franquicia, etc.) y las coberturas del mismo, protegerá los daños materiales.

No obstante, ese conductor esporádico, para disfrutar de esa protección, debe cumplir con dos requisitos esenciales: contar con el permiso en regla y no estar en el momento del siniestro bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Consecuencias de conducir un coche en el que no estés asegurado

Si se sienta en el asiento del piloto, por el contrario, un conductor de riesgo, como puede ser un descendiente con el permiso recién aprobado, es necesario que se le incluya en la póliza, en busca de protección ante posibles incidentes, tanto materiales como personales, del vehículo propio.

Aunque incorporar a una persona joven o con poca experiencia puede incrementar la prima, a largo plazo, puede ser muy rentable para los propietarios del automóvil, en cuestión de tranquilidad y ahorro económico.

¿Qué ocurre en caso de accidente si no estoy en el seguro del coche?

Como hemos dicho, si ocurre un accidente y el conductor en el momento del percance no está incluido en la póliza, la aseguradora puede desentenderse de la cobertura del siniestro, pudiendo darse alguno de estos supuestos:

  • Exigir la diferencia de prima del total anual.
  • Obligar al asegurado a emprender acciones judiciales para la reclamación de los daños.
  • Hacer frente sólo a los daños propios, negando encargarse de los ajenos, aunque la póliza lo pueda cubrir.

Estos supuestos, a veces muy severos e inusuales, pueden evitarse si añades a un conductor esporádico o puntual a la póliza, ya que, de este modo, puedes disfrutar de las máximas garantías por parte de esta compañía.

En gestoría de Tráfico estamos comprometidos con la mejor experiencia de los conductores, gestionando y agilizando la documentación necesaria para tenerlo todo en regla y disfrutar de la tranquilidad que sólo un servicio de referencia en este sector puede ofrecer.

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